
Otra demostración del "ingenio" de la zona, es su forma de pagar impuestos. Era sumamente curioso que la gran mayoría de las construcciones estuvieran a medio terminar y con fierros de estructura que se asomaran como si les faltara el techo. Pues resulta que cobran menos impuestos a los que tienen casas en construcción, así que si alguien quiere hacerse una casa de dos pisos, presenta a la municipalidad un proyecto por tres y deja el tercero en obra... y listo.
Ah! Y en vez de teléfonos públicos, en las esquinas hay personas con celulares, de los cuales cuelgan unos cables que tienen un “contador”. Uno paga una módica suma (1 sol) y puedes hablar creo que hasta 5 minutos. Había uno que mientras hablaba, la dueña del celular le iba diciendo: “le queda 1 minuto”, “le quedan 30 segundos”, “le quedan 15 nada más”. Les iba a sacar fotos, pero cuando amagué con la máquina me miraron feo.
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