Yo se que ya muchos habían perdido las esperanzas, varios habían tirado la esponja y otros directamente creían que ni un milagro de San Alberto Hurtado lo iba a lograr… pero pasó: renové el carnet de manejar.
Para los que no saben, me obligaron a sacar el carnet a los 19 y a los pocos meses choqué. Eso fue la demostración empírica que necesitaba para demostrar que el mundo de los autos y yo, no teníamos nada que hacer juntos. La última vez que manejé en Santiago fue un día que el papá que había salido a andar en bicicleta y decidió mirar muy de cerca el suelo. La última vez que manejé en ruta fue para el funeral de la abuela Essie en Córdoba. Unos meses mas tarde, mi carnet venció.
Y ahí estaba yo, haciendo la fila, con mi carnet vencido hace 3 años y casi 8 meses… Lo tenía como tarea de mi jefe desde Marzo del año pasado y como compromiso con Jorge hace bastante (¿5 meses?), pero el empujón que faltaba vino donde menos esperaba: en una reunión de área. Jaime comentó que sería lindo festejar cuando yo tuviera mi carnet y la Roxana hiciera (por fin) su tesis. La Roxana, dijo que hasta que yo no sacara la licencia, ella no lo iba a hacer y que como iban las cosas, seguro que tenía hasta fines del 2007. Listo, dio en el clavo: me picó el orgullo. En ese mismo minuto, decidí que al día siguiente iba a estar en donde fuera que se sacara el dichoso documento.
Contra todos los pronósticos, no solo me lo dieron, sino que además por 6 años y sin restricciones. Ahora solo falta salir a practicar… ¿algún voluntario?
P.D.: Les debo la foto. Cosa rara, salió decente.
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