julio 05, 2006

Un poco de vida familiar en Peekskill

Se que me he portado pésimo... ya van 3 días desde la ultima vez que escribí. En fin, lo que pasa es que la vida acá tiene otro ritmo y por mas que uno se planifique hasta el mas mínimo segundo, las cosas cambian constantemente.

El domingo íbamos a ir a la casa de Christopher, Susan & sons a almorzar, pero al final un par de problemitas (nada grave, por suerte) hicieron que el almuerzo se trasladara a la casa de la Rosita. Era un magno evento, además de Cristopher y su familia, venían los hijos de Michael (que había llegado ayer a la casa) y la Ana María con Renni y sus hijos. Todos, demasiado amorosos, me oían con paciencia cuando trataba de hablar en inglés y hacían un esfuerzo enorme por hablar en castellano. No se por qué, pero no me parece tan raro que un chileno hable inglés... en cambio que un gringo hable castellano, me parece rarísimo. Acá todos aprobaron el ramo con nota 10.

El calor que está haciendo en la zona, merece capítulo aparte. Es como el clima no quisiera que yo eche de menos Buenos Aires en verano. No he visto las temperaturas máximas, pero es como estar en un constante sauna (sobre todo por la humedad). Por suerte, todo tiene aire acondicionado: los museos, el tren, las tiendas... incluso el metro.

Bueno, siguiendo con el relato. Derritiéndonos como estábamos, fuimos a cumplir con nuestro deber de católicos de la misa dominical. La Camila ya me había advertido sobre la misa de los latinos en Peekskill, pero lo que viví escapaba a cualquier imagen que yo me hubiera hecho.

Voy a pedirles que se imaginen en su cabeza una iglesia... grande, medio doré pero con aire acondicionado. Ahora hagan como que están escuchando a la Sonora Palacios (para los de Chile) o música de bailanta (para los de Argentina). Chinchichichin chichichin chichichin... y cuando ustedes creen que se va a poner a cantar Marco Antonio Solís... ¡no! el "coro" larga una canción religiosa. Fue terrible, estaba entre aguantar la risa que tenía y largarme a bailar. Fue una experiencia unica. Créanme.

El domingo nos cambiamos con la Cami a la parte de abajo de la casa (tiene 3 pisos) porque se había venido por un par de días una amiga de la Rosita que vive en Manhattan: la Cristina. Es un amor, pero la primera noche se le apagó el audífono, así que nos teníamos que acordar de modular bien y hablarle de frente para que nos entendiera.

El lunes, fuimos en la tarde al Cortland Center, donde está el Wallmart a hacer algunas compras. Nos llevaron la Rosita y la Cristina, pero nos volvimos en bus.

Es increíble, acá la vida tiene otro ritmo. No es mas rápido, ni mas lento... simplemente otro. Hay que calcular mas tiempo de trayecto porque no manejamos, los buses pasan a horas específicas y por lugares marcados... olvídense de hacer parar un bus en un paradero no autorizado. Estás obligado a priorizar y a hacer las cosas en el tiempo establecido. Por ejemplo, sabíamos que si no tomábamos el bus de las 8 no teníamos como volver a la casa, así que nos apuramos y no perdimos el tiempo. Me está gustando esta filosofía, voy a tratar de aplicarla cuando vuelva a Santiago.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Querida Rosario:
Espléndida la crónica de hoy, nos has hecho recorrer e imaginar como es la vida por aquel ya querido Peekskill, que aunque no lo conocemos,pero igual ya apreciamos muchísimo pues ha tenido la amabilidad de recibir en su suelo y a través de la generosa Rosita a nuestras dos embajadoras que hemos enviado para allá.
Muy linda la foto familiar, la que he ampliado en colores para llevar a la abuelita, también la de ustedes abrazadas a Rosita, las tres artistas se ven muy bien, listas para una mención de la academia.
Tus comentarios sobre la parroquia del lugar pienso indicarselas a mi querido párroco de San Pedro de Las Condes, para ver si ponemos algo de ello en práctica y nos permite tener mas asistentes a los servicios religiosos; habrá que medir cuanto aporta la parte artístico/musical y cuanto los "dorados palacios" y el espléndido aire acondicionado. Me acuerdo que en Los Angeles(USA), la parte de la bienvenida a los que aparecían por primera vez era muy emosionante, además de las instalaciones para los que traían a sus pequeños hijitos,para que estos se entretuvieran, mientras sus "parents" asistían a misa.
Sobre los horarios, la mentalidad sajona, que sin decir "al tiro" cumplen a la pata con los horarios, debe ser por lo que tu dices, sino la micro se pasa y sonaste; pero igual los gringos con auto, que son muchos, igual son puntuales; todo un ejemplo para cuando salgamos del sub desarrollo, o será al revés; no saldremos de nuestro estado, hasta que comencemos a ser puntuales. Cuando a la vuelta, tu comiences a poner tus experiencias en práctica, tal vez tengamos la respuesta.
Muchos cariños a todos, a Rosita, a su visitante amiga Cristina, a Christopher, Susan,Michael, Ana María, Renni y sus respectivas proles, espero no haberme saltado a ninguno, ahora veré como me las arreglo para identificarlos en la foto familiar que nos enviaste.
Muchos cariños para tí y a Camila, dile que la estoy comenzando a perdonar después del cariñoso mail que recibí hoy; ya se parecía a la abuelita de viaje por el mundo, cuando el tata escribía, ella se limitaba a firmar al pié con su valioso Laura, sin haber aportado ni una letra a los entretenidos relatos del autor, que supongo en este caso no será igual y que ella aportará al menos algo de su valiosa y privilegiada materia gris.
Cariños
papá.

Anónimo dijo...

Rose: A pesar de que hace mucho que no hablo contigo, he leído todo lo que has escrito tan detalladamente, tanto, que hasta he logrado olvidarme de la PSU por un momento (solo por un momento), asique te lo agradezco infinitamente (a estas alturas, solo el vodka me hace olvidar...jajaja). Aprovecho de enviarte un muy feliz cumpleaños. No sé cuántos regalos habrás recibido, pero al parecer, te has recompensado tanto como tu crees merecerlo. Mi cumpleaños también pasó hace poco. Sé que me mandas un beso desde allá. Como te decía, me he entretenido muchísimo leyendo tus experiencias por "iu es ei". No me quiero perder el asadito de bienvenida para su vuelta en Santiago, llena de anécdotas, ya me lo imagino!... Lo que sí he hechado harto de menos son las fotos ¿No has subido más o es que acaso están en otra página?. Lo que más me ha gustado ha sido su visita al museo de cera, mi sueño hecho realidad, aunque la gran atracción, al menos para mi, Shakira, me decepcionó un poco... eran todos igualitos, menos ella! Bueno Rose, no te quito más tiempo para que puedas seguir disfrutando de las maravillas yanquis. Sigue pasandolo "shansho" y muchos saludos para la Camila. Un beso y nos vemos pronto. Saludos, tu primo, Francisco.
PD: Si te acuerdas de tu primo, puedes traerle Reeces´s buttercups, su placer culpable. Si aún no los has probado, entonces considerate todavía en Chile.