junio 18, 2008

No andaba muerta...

Estoy desaparecida. Lo se. No me maten. Pero es que he estado haciendo tantos cambios en éste último tiempo, que casi no me queda tiempo para nada...

¿Por donde empezar? Por el principio, I guess. ¿Se acuerdan del viaje a Buenos Aires la primera quincena de Marzo? Pues bien, por esos días, yo andaba investigando algunas cosas para tomar una decisión. Generalmente, soy de pensar muuuucho las cosas antes de embarcarme en algo. Sobre todo si ese algo no es reversible o implica mucho tiempo y energías. Se que soy poco constante y la verdad es que dejar las cosas a media, me carga.

¿Y cual era la famosa decisión? Simple, operarme. Tomar de una vez por todas, el toro por las astas, dejar de hacerme la gil y hacer algo definitivo en pro de mi salud. Investigué muchísimo, hasta que di con la cirugía ideal y el equipo ideal. Lo mas dificil era no escuchar esa vocecita en mi cabeza que me decía "dijiste que nunca, ni amarrada, te meterías a un quirófano por voluntad propia".

Vinieron miles de exámenes. Me investigaron literalmente hasta debajo de las uñas. Hasta que finalmente salió el pase para la operación. Y si, porque no es llegar y decir "me quiero operar". No, te mandan a miles de doctores, hasta un sicólogo, para ver que de verdad estés preparado para dar el paso.

Y una vez que salió el pase, hubo que poner la fecha. Al final, el 20 de Mayo a las 7:30 entré al quirófano. La verdad es que si mi post operatorio ha sido increíble, es basicamente por todo el apoyo, la buena onda y los rezos de todos. Me cuidaron "las enfermeras del tren fantasma" (mamá y M.Inés que viajó especialmente para la ocasión) y me regalonearon todos, familia, amigos e incluso las enfermeras de la clínica.

No me arrepiento de lo que decidí, estoy chocha. Me canso mas que de costumbre, por ahora puedo comer pocas cosas y a varias les he agarrado asquete. Pero así y todo, no me arrepiento.

La foto no es muy buena, está sacada con el celular de mi papá, pero es de cuando me internaron en la Clínica